Normalmente, el síndrome de burnout es más frecuente en los profesores y en los enfermeros que por lo general suelen sentir que su trabajo y sus capacidades no son valoradas por su jefe o compañeros de trabajo. También puede ocurrir porque necesitan trabajar durante muchas horas seguidas sin realizar pausas para participar en otras actividades de ocio. Además, el síndrome también puede surgir cuando se plantean objetivos de trabajo muy difíciles, haciendo que con el paso del tiempo el trabajador crea que no tiene capacidades suficientes para alcanzarlos.
Una vez que este síndrome puede resultar en un estado de depresión profunda es muy importante adoptar medidas para evitarlo, especialmente si ya están comenzando a surgir las primeras señales de exceso de estrés. En estos casos, es extremadamente importante consultar a un psicólogo, para aprender a desarrollar estrategias que ayuden a aliviar el estrés y la presión constantes.
Cómo identificar las primeras señales
Sentir estrés y no tener ganas para salir de la cama es común y puede suceder con cualquier persona, pero cuando estos sentimientos están presentes casi todos los días pueden indicar el inicio de un síndrome de Burnout.
Además de estos, también hay otros síntomas que se pueden identificar como:
- Sentirse cansado y sin energía casi siempre;
- Sufrir de dolor de cabeza frecuentemente;
- Cambios en el apetito;
- Dificultad para conciliar el sueño;
- Tener sentimientos constantes de fracaso e inseguridad;
- Sentirse derrotado y sin esperanza;
- Dificultad para cumplir con responsabilidades del trabajo;
- Ganas de aislarse de los demás.
Generalmente, estos síntomas empiezan de forma muy leve pero van empeorando a lo largo del tiempo y, por esto, es posible que desde el inicio las otras personas no noten los cambios en el comportamiento. Sin embargo, con el tiempo es común que las otras personas refieran cambios en la forma de ser de la persona afectada.
Siempre que haya dudas sobre el surgimiento del síndrome de Burnout se recomienda consultar a un psicólogo para que realice el diagnóstico e iniciar el tratamiento, si es necesario.
Cómo se trata el síndrome
El tratamiento para el síndrome de Burnout debe ser orientado por un psicólogo, pero normalmente se recomienda que la persona tome unas vacaciones, haga actividades relajantes como bailar, ir al cine o salir con los amigos, además de evitar el exceso de trabajo y de reorganizar los objetivos planteados.
Sin embargo, si los síntomas se mantienen, el psicólogo puede recomendar psicoterapia o indicar un psiquiatra para iniciar la ingestión de medicamentos antidepresivos como Sertralina o Fluoxetina, por ejemplo.
Cómo evitar el síndrome
Siempre que surgen las primeras señales de Burnout es importante enfocarse en estrategias que ayudan a reducir el estrés como:
- Definir pequeños objetivos en la vida profesional y personal;
- Participar en diversas actividades de ocio con amigos y familiares;
- Hacer actividades para salir de la rutina diaria como pasear, comer en un restaurante o ir en el cine;
- Evitar el contacto con personas "negativas" que estén constantemente reclamando de los demás y del trabajo;
- Hablar con alguien de confianza sobre lo que se está sintiendo.
Además, hacer actividad física como caminar, correr o ir al gimnasio por lo menos durante 30 minutos al día también ayuda a aliviar la presión y a elevar la producción de neurotransmisores que aumentan la sensación de bienestar.
Por lo que aunque las ganas de hacer ejercicio sean muy pocas se debe insistir en ello, invitando a un amigo a caminar o andar en bicicleta, por ejemplo.